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A LO LARGO: LA BEBA
http://alolargo.blogspot.com/2008/02/la-beba.html
Cuentos de Extensión no tan Extensos. Lunes, 4 de febrero de 2008. El espejo no estaba empañado. Sin embargo su cara era borrosa. El gusto a whisky y tabaco rancio le recordaban que la de anoche había sido otra de esas noches. Pensó que estaba empezando a cansarse. Lo pensó mientras se metía en la ducha. Lo pensó cuando el agua caliente le caía en la nuca. Es posible que desde ese día nunca haya dejado de pensarlo. 8212;Tiene mirada fuerte,. Porque sí, Beba es lo que quedó de. Alguien gritó desde adentro...
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A LO LARGO: febrero 2008
http://alolargo.blogspot.com/2008_02_01_archive.html
Cuentos de Extensión no tan Extensos. Lunes, 4 de febrero de 2008. El espejo no estaba empañado. Sin embargo su cara era borrosa. El gusto a whisky y tabaco rancio le recordaban que la de anoche había sido otra de esas noches. Pensó que estaba empezando a cansarse. Lo pensó mientras se metía en la ducha. Lo pensó cuando el agua caliente le caía en la nuca. Es posible que desde ese día nunca haya dejado de pensarlo. 8212;Tiene mirada fuerte,. Porque sí, Beba es lo que quedó de. Alguien gritó desde adentro...
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A LO LARGO: septiembre 2008
http://alolargo.blogspot.com/2008_09_01_archive.html
Cuentos de Extensión no tan Extensos. Miércoles, 3 de septiembre de 2008. La excesiva buena suerte de Rubén era motivo de admiración y comentarios en todos los círculos que frecuentaba. Allí, a controlar números durante 9 horas, de lunes a viernes y con una hora de almuerzo, en lo que antiguamente era el comedor de un departamento de dos ambientes, se sentaba Rubén. El tiempo pasaba. Rubén había decidido esperar en un bar la llegada de su compañero que, era de suponer, se había encontrado con los mis...
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A LO LARGO: EL 38
http://alolargo.blogspot.com/2008/09/el-38.html
Cuentos de Extensión no tan Extensos. Miércoles, 3 de septiembre de 2008. La excesiva buena suerte de Rubén era motivo de admiración y comentarios en todos los círculos que frecuentaba. Allí, a controlar números durante 9 horas, de lunes a viernes y con una hora de almuerzo, en lo que antiguamente era el comedor de un departamento de dos ambientes, se sentaba Rubén. El tiempo pasaba. Rubén había decidido esperar en un bar la llegada de su compañero que, era de suponer, se había encontrado con los mis...